Esta es la pregunta que siempre surge cuando conocemos que alguien se ve afectado negativamente por la masiva exposición de sus propios mensajes, fotos...en las redes.
Pero yo iría un paso más allá; ¿necesitamos que alguien nos marque los límites entre lo público y lo privado? Y estoy hablando de esas ocasiones en que nosotros mismos compartimos información propia en las redes sociales.
Todos conocemos casos en los que alguien ve peligrar, o ha perdido un puesto de trabajo, por algún tweet, post o foto antigua. Un par de datos:
6 de cada 10 empresas afirman que han tenido en cuenta el perfil digital del candidato para su contratación
En 1 de cada 3 procesos de selección se ha descartado al candidato por su actividad en medios sociales
Impacto de las Redes Sociales en los procesos de selección: visión de las empresas (Infojobs, 6-2-2015)¿Es relevante nuestra información en las redes en estos casos?
Se oye en ocasiones "eso pertenece a mi vida personal, no profesional". Pero, ¿acaso se puede separar lo uno de lo otro? ¿No conforma tu parte personal la profesional? Incluso no dudamos, y se aconseja a las empresas, en poner un "toque personal" a nuestro negocio.
Creo que en estos casos se confunde personal con privado.
privado, da Del part. de privar; lat. privātus.
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personal Del lat. personālis.
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(Diccionario Real Academia Española) |
Visto esto, sí estamos todos de acuerdo en que la información privada no debe circular por las redes, como tampoco antes por la plaza del pueblo.
Pero hablamos de las situaciones en las que el propio individuo hace partícipe de su información privada a una persona o a un pequeño círculo de amigos, y desde ese mismo momento, esa inormacicón deja de ser privada. Es información personal porque es relativa a su persona, pero no es privada porque ya está depositada en alguien diferente a su persona.
El problema con las redes sociales es el desconocimiento del medio y su potencial. No se calcula bien el alcance y el uso que se puede hacer de nuestra información.
Como siempre, la reflexión y prevención son las mejores armas para evitar problemas, que por otro lado, pueden venir sin que los busquemos.
Volviendo a la pregunta del inicio "¿necesitamos que alguien nos marque los límites entre lo público y lo privado?" pienso que no deberíamos necesitar que alguien nos ponga los límites, nos aclare qué es información privada y qué es información pública. Cada uno debe decidir qué quiere que se sepa de él o ella. Y luego aceptar las consecuencias y aprender de las experiencias vividas.
En nuestras manos está que nuestra información privada, sea personal o no, siga estando en nuestro único y exclusivo poder. Basta un poco de
discreción
Del lat. discretio, -ōnis.
(Diccionario Real Academia Española)
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